La historia debe enseñar más de lo que
muchos somos capaces de ver.
Escrito por Bonaparte Gautreaux Piñeyro
El modelo de Trujillo ha gobernado el
país, con escasas excepciones, desde 1930. Las arbitrariedades de las
autoridades y sus familiares, el manejo complaciente de la ley para perjudicar
a quienes acuden a los tribunales en busca de justicia, la corrupción solapada
y la descubierta, la triquiñuela para engañar al pueblo, forman el pan nuestro
de cada día en la política nacional.
Para fines de resultado, da lo mismo que
un grupo de rufianes cobijados bajo la bandera de un partido político se alce
con el santo y la limosna, a que los tacones hoy en el suelo y el choque de las
espadas produzca el tétrico ruido del absolutismo militar, a que algunos
sabiondos logren crear una dictadura constitucional. Da lo mismo y aunque se
vistan de seda, las monas monas se quedan.