Nadie duda que Guido Gómez Mazara le gane la
convención del PRD, mucho a poco, a Miguel Vargas, a quien las encuestas, sin
excepción, le dan un bajo porcentaje de popularidad, tanto a lo interno como a
lo externo del partido.
Miguel no tiene gente, está demostrado. Pero
tiene dinero del Estado y el apoyo del gobierno para impedir que Guido se
imponga, pues eliminaría el mejor
aliado para mantenerse en el poder
incluso más allá del 2016.