Observando los acontecimientos actuales a tres años
de las elecciones del 2016, nos hacen recordar el tiempo cuando faltaban tres
años para las elecciones del 2012, al punto de permitirnos comparar lo sucedido
en el 2009 con lo que acontece hoy en el 2013.
La situación del 2009 era la siguiente:
1) Miguel Vargas era el Perredeista mejor
valorado de esa época, y estaba siendo proclamado Presidente del PRD con el
apoyo de casi el 98% de los Perredeistas.
2) La opinión pública nacional era totalmente
favorable a Miguel Vargas, el gran demócrata que había reconocido
inmediatamente su derrota en las pasadas elecciones del 2008, proveyendo una
sublime muestra de civismo, sensatez, aptitud democrática,
desprendimiento y buenos sentimientos, hechos que produjeron una deuda de
gratitud con su persona.
3) Hipólito Mejía estaba sufriendo las
consecuencias de la campaña de descrédito, calumnias, y envilecimiento de su
figura a raíz de los sucesos del Baninter, los otros bancos y las dificultades
que habían generado la humillante derrota del 2004.
