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JAQUE MATE AL PRD (EL FRAUDE DE MIGUEL VARGAS IV)

El Partido Revolucionario Dominicano, cohesionado en torno a su liderazgo histórico y el nuevo liderazgo emergente, en las últimas dos elecciones demostró que es la organización política con más arraigo en la sociedad dominicana; su archirrival, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aún con el uso abusivo de todos los recursos del Estado, no ha logrado pasar del 38 por ciento de simpatías electorales.
Si  el PLD se mantiene en el poder es simplemente porque ha llevado el clientelismo político a niveles inauditos. Cada partido aliado al PLD  tiene en la administración del Estado su parcela, que es la fuente de sustentación económica de su dirigencia política. El ejemplo mas notable de estas aberraciones políticas la tenemos en el Partido Reformista, tercera fuerza en importancia electoral, que en los últimos nueve años ha utilizado la Cancillería de la República como una fabrica inagotable de botellones. Hoy tenemos miles de cónsules y agregados en el servicio exterior que jamas han salido de la República Dominicana.
Mantener el clientelismo político en los actuales niveles,  si se aprueba la Ley de Partidos, se hará muy cuesta arriba, y por ende socavaría las aspiraciones dinásticas alimentadas por la ilimitada e insaciable ambición material y política de Leonel Fernández.  
De ahí la necesidad, que se ha convertido en el propósito estratégico de Leonel Fernández: Destruir al PRD, o al menos convertirlo en un partido bizagra y utilizarlo como  ha hecho con el reformismo, minado por la desconfianza entre sus propios dirigentes.
Para su objetivo Leonel tiene dentro del PRD su caballo de Troya: Miguel Vargas,cuya sobrevivencia como dirigente político se sustenta en decisiones del Tribunal Superior Electoral (TSE), integrado por  personas seleccionadas por Fernández,  y que en el conflicto derivado de la traición de Vargas a las bases del PRD, se han comportado como sicarios jurídicos,  soslayando preceptos constitucionales y despreciando los documentos fidedignos suficientes para establecer la legítima y estatutaria composición del Comité Ejecutivo del PRD. Establecer la legítima composisión del Comitté Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, era una obligación ineludible del TSE, y como Pilatos, se lavó las manos, desconociendo derechos constitucionales y estatutarios de dirigentes del PRD excluidos  arbitrariamente por Miguel Vargas.
La adulteración de la composición del CEN del PRD realizada ex profeso por Vargas, eliminando dirigentes emblemáticos,  y abultando el CEN  con personas de su agrado, desconociendo los estatutos del partido y los resultados de la XXIX Convención, demuestran que el presidente de facto del PRD no respeta los méritos políticos  de antiguos dirigentes y que su formación política no le es suficiente para respetar derechos.Sus maniobras para apoderase del PRD, a la mala, son tan burdas,que cualquier persona que sepa leer y escribir, las detecta.
Para ejemplo una pequeña muestra: En el listado original, depositado en la Junta Central Electoral antes de las elecciones del 16 de mayo del 2012, en orden alfabético, los números 676, 677, 1505 y 1640 corresponde a los siguientes nombres :FABRICIO ERNESTO GÓMEZ MAZARA, GUIDO ORLANDO GÓMEZ MAZARA, VICENTE SANCHEZ BARET, JUAN TAVERAS HERNÁNDEZ

Esos meritorios, emblemáticos y tradicionales dirigentes fueron excluidospor Miguel Vargas, al igual que otros notables, entre ellos: JAIME ARISTYESCUDER, BIENVENIDO BRITO y FERNANDA DE LEÓN CABA.

Esos meritorios, emblemáticos y tradicionales dirigentes fueron excluidospor Miguel Vargas, al igual que otros notables, entre ellos: JAIME ARISTYESCUDER, BIENVENIDO BRITO y FERNANDA DE LEÓN CABA.

Estas personas fueron sustituidas por desconocidos, cuyo mérito es ser clientes o empleados de Vargas. 
La falta  de esos dirigentes es no simpatizar con las aspiraciones de Miguel Vargas y estar en desacuerdo  con su manera autoritaria,  antidemocrática y poco transaparente de dirigir los asuntos del partido y administrar sus recursos.
Definitivamente, Miguel Vargas no cabe en ningún partido democrático. Su formación política, muy escasa por cierto, le ha llevado a administrar al partido como si fuera su empresa particular. No se trata del enfrentamiento Vargas-Hipólito, es simplemente que el destello luminoso de los liderazgos tradicionales del PRD, forjado en miles de jornadas de lucha política, lo obnubila y enloquece, y siente necesidad de aplastar a los perredeistas más valiosos para sustituirlos por analfabetos políticos que le son incondicionales debido a que forman parte de su clientela. Miguel intenta crear un "nuevo PRD" para servir a Leonel Fernández. Si el país político no unifica esfuerzos para que se designe un nuevo Tribunal Superior Electoral y una nueva Junta Central Electoral (JCE), la próxima contienda electoral será la crónica de un matadero electoral anunciado. La JCE y el TSE, en su actual composición, no garantizan ni el respeto a la voluntad popular ni el respeto a la Constitución de la República.
Otra de las maniobras de Miguel Vargas para crearse una mayoría en el CEN del PRD consistió en intercalar nombres que se ajustaran al orden alfabético del listado original. Veamos un par de casos:
Los incluidos entre 2051  y 2060 son del NUEVO PRD que está construyendo Vargas:
En el listado origina (CEN ORGÁNICO),  los nombres de los números 1688 y 1689, corresponden a DINORAH MARIA UBRI EUSEBIDO DE SISA Y FERNANDO DE JESÚS URBÉZ BRAZOBAN,  en el CEN DE VARGAS, debido al abultamiento irregular, esas personas aparecen como los números 2189 y 2195, y entre ellos fueron introducidos cinco nombres, como aparece a continuación:
El corte de Miguel Vargas lo retrata como una persona de alto riesgo para cualquier proyecto democrático. De esas violaciones, sólo en la República Dominicana se obtienen derechos. El Tribunal Superior Electoral tendrá que revisar sus decisiones, pues es insostenible, constitucional y jurídicamente, arrogarse poderes mediante maniobras fraudulentas.
Seguiremos sobre este análisis hasta demostrar, sin dudas posibles, que el CEN de VARGAS no reunió el quórum estatutario, y que, en la juzgamiento de la crisis del PRD,   los magistrados del Tribunal Superior Electoral prevaricaron, desconociendo las disposiciones del Art. 196 de la Constitución de la República, la ley electoral y los estatutos del PRD.


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