Por
JUAN T H
Si lo hubiéramos sabido seguramente
nadie lo habría apoyado aunque fuera circunstancialmente. Pero lo hicimos. Por
lo tanto, ese monstruo, lo prohijamos los que militamos en el Partido
Revolucionario Dominicano.
Unos por ingenuidad
otros por mandato. Pero todos, con escasas excepciones, estamos pagamos caro
haberle dado tanto poder. (Sin merecerlo, sin méritos suficientes, sin arraigo y sin
formación política).
Ese monstruo
al que hoy queremos córtale la cabeza de manera civilizada en una convención
donde acuda la militancia, sin exclusiones, sin amenazas ni chantajes, se
muestra arrogante porque cuenta con el apoyo del partido de gobierno que
controla los poderes del Estado.
El monstruo,
que crearon los dirigentes del PRD, de lo que están amargamente arrepentidos,
lo sostiene y alimenta el gobierno porque considera le garantiza estabilidad y
la continuidad en el poder más allá del 2016, sin importarle el daño que le
hace al sistema de partido y la democracia por la que tanto hemos luchado.
(Nadie pensó
jamás que Trujillo sería lo que fue por más de 30 años. Nadie pensó que
Balaguer sería lo que fue durante 12 años. Nadie pensó que Hitler sería lo que
fue antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Nadie pensó que Pinochet sería
lo que fue antes, durante y después del golpe de Estado en Chile. Nadie pensó
que los Duvalier serían lo que fueron en Haití.
Nadie pensó
que Franco sería lo que fue en España. Nadie pensó que Mussolini sería lo que
fue en Italia. Nadie pensó que los dictadores latinoamericanos serían lo que
fueron. Los pueblos pagaron un precio incalculable en muertos, sangre, dolor y
luto, que les impidió su desarrollo económico, político y social).
El monstruo
blanco no sólo atenta con devorar al PRD. También amenaza la democracia. La
manera como actúa es irracional. ¿Se imaginan a ese monstruo actuando en
libertad con el control de los aparatos del Estado? ¿Se lo imaginan Comandante
en Jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía? ¡Yo, al igual que muchos otros
amantes de la libertad y la justicia, estaríamos bajo tierra!
A los
intolerantes con poder hay que temerles.
El monstruo
blanco no es un ser completo. Algo le falta. Por alguna razón que desconozco
dejó en el camino elementos consustanciales de su humanidad. El odio que
arrastra no le permite amar ni perdonar. La venganza lo ciega y lo torna
iracundo, irracional y voraz. Por eso lo creo capaz de cualquier desenfreno
emocional. Destruir al PRD, como lo está haciendo, es lo de menos…
(Tal vez el
genio de Sigmund Freud, neurólogo austriaco del siglo pasado, padre del
psicoanálisis, pueda ilustrarnos sobre la personalidad del monstruo blanco y de
lo que es capaz cuando se ve acorralado por la razón, la verdad y la justicia.
¿Qué dirá mi buen amigo el psiquiatra César Mella?)
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