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La batalla por la paz.

ATISBANDO

Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro
75 años atrás un pequeño grupo de dominicanos firmó un manifiesto dando a conocer la formación del Partido Revolucionario Dominicana con el propósito claro y manifiesto de conquistar la libertad, el respeto a los derechos humanos, fomentar y construir la democracia en nuestro país.  

Al cumplir 75 años de vida, de los  cuales más de 53 han sido un largo y constante ejercicio de  trabajo para lograr crear una sociedad dominicana más equilibrada, donde imperen la justicia, la solidaridad, el respeto al derecho ajeno, donde todos tengamos las mismas oportunidades de vivir sin temor.
Ese ejercicio de construcción de una mejor sociedad, ha sido el mayor empeño del PRD al cual ha dedicado sus esfuerzos y sus sueños.
En Cuba, el PRD de 1939 era un sueño que se mantuvo vivo como la llama de un cirio al cual el viento movía pero no apagaba, hasta que llegó el momento que describen los versos inmortales  de José Francisco Peña Gómez: “Quisqueyano levanta la frente/mira el sol que en oriente se asoma”.
El despertar que produjo el amanecer del día después del tiranicidio que decapito el régimen de Trujillo permitió la convocatoria: “Vuele tu alma cual rauda paloma, a bañarse en su lumbre fulgente”
El PRD envió tres valientes que se arriesgaron a tentar la certeza del temperamento viril y libertario de los dominicanos.
Era un tiempo confuso y difícil, aún la situación estaba muy oscura, cenagosa y estos versos describen la actitud que alentó la llegada al país del PRD el 5 de julio del 1961: “Que esa niebla que a ti te rodea, y ensombrece tu dicha y tu vida se disipe al instante vencida por la fuerza y la luz de la idea”.
El refrán lo dice claro: “nunca es más negra la noche, que cuando va amanecer”.
La convocatoria a que el pueblo despertara y saliera en busca de su destino fue traída de la mano por el partido blanco, llamado con el cual se invitaba a la población a vencer “al miedo cobarde que asalta tu esforzado y viril corazón, que el auxilio de Dios nunca falta donde está la verdad, la razón”.
Los primeros perredeístas se regaron por el territorio nacional: “Con tu brazo potente quebranta la oprobiosa cadena que oprime; dale luz y consuelo al que gime y al que yace en el suelo, levanta”.
Desde entonces se escucha el grito que significa el camino por donde el pueblo unido pueda cantar: “Que viva, que viva el Partido Revolucionario; el Partido del pueblo, de la Libertad, Libertad, Libertad”.
Unamos el PRD el partido de la democracia, de la transparencia, que ha sabido, unido, ganar el poder  con gallardía y limpieza,  

 Bonaparte Gautreaux P.

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