Por
Juan T H
Hay quienes piensan que lo que está
en juego actualmente es la existencia del Partido Revolucionario Dominicano. Y
como esa es una lucha interna, pues allá ellos, si se quieren matar, que se
maten. Ese no es un problema que solo atañe a los miembros de ese partido.
Ya lo decía Bertolf Brecht, “el
ignorante político es el peor de todos los ignorantes”, porque no sabe o no
quiere saber que la política, como estableció Aristóteles, está en cada acción
humana de carácter social.
Quienes consideran que en el PRD hay
“un pleito de perros” no terminan por descubrir la trama en contra de ellos
mismos, no sólo contra el PRD. La estrategia de convertir al PLD en partido
único mediante una dictadura constitucional fue diseñada hace algunos años
utilizando los recursos del Estado. Para ese fin era necesario corromper todos
los segmentos sociales minando sus
reservas morales, incluyendo al propio PLD.
Había dos muros que debían ser
derribados previamente. Primero el Partido Reformista. Traicionaron a Joaquín Balaguer después de haberlo llevado
al poder. Luego utilizaron a Carlos Morales
para que sirviera de punta de lanza contra su propio partido hasta
reducirlo prácticamente a nada. El Partido Reformista es hoy una entelequia que
solo sirve para los negocios de sus dirigentes más conspicuos.
Junto con el Reformismo, el PLD
atrajo la mayoría de los partidos
minoritarios con las prebendas del Estado. Solo quedaba el PRD. Había que
destruir al “partido del pueblo, el partido de la esperanza nacional”. La tarea
no era fácil. Pero Leonel Fernández aprendió que “el dinero todo lo compra”.
Los esfuerzos por un acuerdo con Hipólito, fracasaron.
Es ahí cuando entra en escena Miguel
Vargas. Un hombre con muchos problemas existenciales, ambicioso, sin escrúpulos, con rabia en las entrañas,
casi en ruinas económicas por las malas inversiones en la política y en los
negocios. Leonel debió haber pensado que,
un resentido social con ambiciones desmedidas, siempre es útil tanto en la política
como en la guerra. La historia está llena de ejemplos en tal sentido.
Un hombre sin sentido de lealtad,
capaz de traicionar a su partido y al presidente que lo convirtió en el
ministro más poderoso su gobierno, al que le dio las obras de los Juegos
Panamericanos que le costaron al país más de 15 mil millones de pesos, es una
pieza clave para convertirse en Judas o en Brutos. (El primero vendió a Jesús
por 30 monedas; el segundo traicionó y asesino al Gram César, Emperador del
Imperio Romano)
La embestida de los gobiernos del
PLD (los de Leonel y ahora el de Danilo) contra el PRD ha sido brutal. Al PRD
de verdad le están dando por los cuatro costados para destruirlo o convertirlo
en una porquería igual al Partido Reformista. Como he dicho otras veces, Miguel
Vargas es en el PRD lo mismo que Morales Troncoso en el Partido Reformista.
Y pienso en aquella frase famosa del
pastor protestante Martín Niemoeller, atribuida por error a Bertolf Brecht,
refiriéndose al fascismo de la Segunda Guerra Mundial. "Primero vinieron a
buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después
vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era
lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era
judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que
pudiera hablar por mí"
Lo repito, no es la vida del PRD la
que está en juego, es la toda la
oposición, es, de algún modo, la de
todos los que amamos la libertad y la justicia en este país. Veamos detrás de
la curva, como bien aconsejaba Peña Gómez.
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