Por JUAN T H
“A grandes males, grandes remedios”, dice un adagio popular.
Los marxistas aseguran que dialécticamente uno se divide en dos.
Es decir, nada es tan, pero tan malo, que no tenga nada bueno, del mismo modo,
nada es tan, pero tan bueno, que no tenga nada malo.
Si una cosa buena tiene la crisis del Partido Revolucionario
Dominicano es que ha servido para poner de manifiesto la naturaleza
antidemocrática y reaccionaria de Miguel Vargas, lo cual lo invalida para dirigir
esa organización, y mucho menos, para ocupar el cargo de presidente de la
República.