Por JUAN T H
Al igual que el
anterior, éste gobierno también tiene su “plan de austeridad”. Pero al igual
que al anterior, la austeridad es solo para “los otros”, no para los
funcionarios que siguen gastando el dinero del pueblo como si fuera suyo en
restaurantes, viajes, vehículos de lujo, amantes, y aumento de botellas con
salarios de lujo.
De igual modo, el
Código de Ética que firmaron tanto el presidente de la República como los demás
funcionarios, pocos, para salvar la palabra del mandatario, lo están acatando. El
encargado de hacerlo cumplir no tiene la calidad ética, ni moral, para ello.
Pero además tampoco le interesa.
La cancillería de
la República continúa siendo patrimonio del presidente del Partido Reformista y
sus “aliados”, familiares, amigos y relacionados. Más de dos mil millones de
pesos al año en botellas. Embajadores,
cónsules, agregados comerciales, culturales, etc., cobrando sin trabajar.
Muchos nunca han salido del país. La Cancillería es territorio libre. Una
parcela que heredó el Partido Reformista por su apoyo incondicional a Leonel y
al presidente Medina.