Por JUAN T H
Al igual que el
anterior, éste gobierno también tiene su “plan de austeridad”. Pero al igual
que al anterior, la austeridad es solo para “los otros”, no para los
funcionarios que siguen gastando el dinero del pueblo como si fuera suyo en
restaurantes, viajes, vehículos de lujo, amantes, y aumento de botellas con
salarios de lujo.
De igual modo, el
Código de Ética que firmaron tanto el presidente de la República como los demás
funcionarios, pocos, para salvar la palabra del mandatario, lo están acatando. El
encargado de hacerlo cumplir no tiene la calidad ética, ni moral, para ello.
Pero además tampoco le interesa.
La cancillería de
la República continúa siendo patrimonio del presidente del Partido Reformista y
sus “aliados”, familiares, amigos y relacionados. Más de dos mil millones de
pesos al año en botellas. Embajadores,
cónsules, agregados comerciales, culturales, etc., cobrando sin trabajar.
Muchos nunca han salido del país. La Cancillería es territorio libre. Una
parcela que heredó el Partido Reformista por su apoyo incondicional a Leonel y
al presidente Medina.
La prensa publica
nuevos nombramientos y aumentos sustanciales de salarios, como acaba de ocurrir
en el quebrado Instituto de Estabilización de Precios (Inespre), según denunció
el periódico digital Acento. El que ganaba 75 mil pesos, ahora gana 175 mil.
Muchos aumentos de sueldo sobrepasan el 200 por ciento. La nómina, según el
diario, anda por los 370 millones de pesos. Una barbaridad.
La ministra de
Educación, que les niega aumentos dignos a los maestros, se asignó un gran
aumento. Lo mismo han hecho otros ministros.
Los 300 y tantos
viceministros que nombró Leonel y los no sé cuántos directores generales,
siguen cobrando sus respectivos salarios. Sus privilegios se mantienen. Ahora
con más fe. La ración del boa.
El plan de
austeridad del gobierno no incluyó algunos negocios, ni las prebendas de los
senadores, el barrilito, ni de los diputados, el cofrecito. Senadores
recibiendo más de un millón de pesos todos los meses sin contar sus salarios
base, ni otros privilegios económicos y en especie. ¡Un abuso!
Una buena parte de
los nuevos funcionarios han llegado con hambre al Estado. Y quieren saciarla en
el menor tiempo posible. Sus antecesores en los cargos públicos están
“podridos” en dinero con fortunas que no las salta un chivo del Sur Profundo.
En la guardia y la
policía las cosas siguen igual que antes. O peor. El presidente Medina no ha
tenido los pantalones para hacer “lo que nunca se ha hecho”. Lo intentó y se le
armó un lío. Y “dejó esa vaina así”.
Danilo necesita
imprimirle fuerza y carácter a su gestión de gobierno, pues de lo contrario,
insisto, no podrá combatir, ni mucho menos evitar, la corrupción. Pasará lo mismo que durante los mandatos de
Leonel, sin dudas los más corruptos de toda la historia del país.
Dicen que en Agosto
será cuando Danilo hará los cambios que definirán el carácter y el rumbo de su
gestión. (¡Rápido, que el tiempo vuelo!)
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