En la Imagen el empresario José Luis Corripio conversa con Jorge Subero Isa, expresidente de la Suprema Corte de Justicia. Con ellos el periodista Juan Bolívar Díaz, coordinador del encuentro periodístico. Armando Trabou
Santo Domingo.· Al advertir que el país no podrá zafarse de la censura internacional por la sentencia del Tribunal Constitucional que priva de la nacionalidad dominicana a hijos de extranjeros en tránsito, el jurista Jorge Subero Isa resaltó que el Estado está inmerso en un grave problema en el contexto de los derechos humanos.
El expresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) se expresó en esos términos al analizar las consecuencias de la controversial sentencia 168/13, emitida en septiembre pasado por la citada instancia. A su juicio, la censura que reciba la República Dominicana podría ser de carácter económico o diplomático.
Sobre el particular, explicó que la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional es inapelable internamente, pero que la única instancia que queda es la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyas decisiones son vinculantes porque así lo aceptó el país al adherirse a ese organismo. Con relación a la defensa que hacen de la sentencia los que argumentan que se debe respetar la soberanía del país con relación a la nacionalidad, Subero Isa dijo que ese aspecto no está en discusión. “Lo que está en juego es la consecuencia de esa sentencia”.Asimismo, afirmó que carece de elementos para juzgar la decisión del Tribunal Constitucional, pero destacó que, nunca como ahora, la sociedad dominicana había estado tan dividida con relación a un tema en particular.
En ese sentido, hay sectores que defienden a ultranza la decisión del Tribunal Constitucional, sobre todo en el contexto de la migración haitiana. La referida disposición afecta, principalmente, a los descendientes de inmigrantes haitianos que llegaron al país en el siglo pasado para trabajar en la industria cañera. Los sectores que rechazan la medida argumentan que se trata de un despojo de la nacionalidad a miles de dominicanos de ascendencia haitiana, por lo que consideran que tiene un sesgo racista.
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