Entre queridas y helicópteros, edificios y fideicomisos, nos
dejaron lo suficiente como para pasarnos los próximos cuatro años llorando “el
sacrificio que hace por el bien de todos” nuestro honorable mequetrefe.
Por: Marcos José Núñez
No se trata tan sólo de tratar de subirse
a un palo encebado que en cada intento nos resbala hacia abajo. Ni siquiera el
maletín que los gallegos robaron, copado de facturas en vez de cuartos. Se
trata de la supervivencia del estado, la preservación del clima de paz y el
sistema de partidos políticos, tal y como lo conocemos en la república
dominicana. Nuestro futuro esta en peligro.