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Hipólito Mejía, un hombre exitoso por ser buen estratega.

Por Andrés Matos
En política, como en todas las actividades de la vida, se debe tomar en cuenta a los hombres y mujeres de éxitos, aquellos hayan cosechado triunfos en sus improntas, teniendo presente, que  en política, más que todas las demás actividades, el triunfo de un hombre o una mujer está vinculado al beneficio que han recibido los demás, las mayorías, los más desposeídos de sus acciones. No se puede vender como éxito el triunfo de alguien al precio del dolor de los más.

En política, el Presidente Hipólito Mejía ha triunfado como Secretario General  de los agrónomos, como Director del Instituto del Tabaco (INTABACO), como Secretario de Estado de Agricultura, como Presidente de la República.
Fue seleccionado como candidato Vicepresidencial por  el Doctor José Francisco Peña Gómez, luego ha ganado todas las veces que se ha presentado como precandidato presidencial a lo interno del PRD.
En tres ocasiones como candidato presidencial, la primera la ganó en la primera vuelta, la segunda, dentro de un golpe de estado financiero, ocasionado por actuar con responsabilidad, “metiendo preso a los desfalcadores bancarios”, en medio de una conspiración financiera fundamentada en un diabólico y bien orquestado plan de desestabilización de la prima, el cual tenía “patas” en los medios de comunicación, en los partidos políticos, en los mismos bancos, entre otros, provocando la desconfianza en el sistema, y gracias a su carisma y la estima de la mayoría del perredeismo, obtuvo, con toda esa conspiración, un 34 por ciento de los votantes en esas elecciones del 2004. Como consecuencia positiva de ese difícil periodo, el Presidente Hipólito nos legó el fuerte sistema bancario y financiero que hoy contamos.
Posterior a esas elecciones, como “haciendo leña del árbol caído”, una campaña permanente del gobierno que le sucedió, advirtiendo su potencial como líder, lo arrimó a un 4 por ciento de las simpatías y así se lanza en busca de la nominación presidencial del PRD para el 2012, con un 4 por ciento, y alcanza la victoria en las primarias.
Como todo buen gladiador enfrenta entonces al gobierno más corrupto que conoce la historia del país, el cual despilfarró mas de 250 mil millones de pesos para ganarle, le compran al presidente de su partido y un grupo de sus seguidores, y aun así obtiene, contado por la junta mas parcializada de los últimos tiempos, un 47 por ciento.
Si el presidente de su partido, hubiese sido honesto cumplido con su deber, leal a sus militantes y la causa del doctor José Francisco Peña Gómez, si hubiese pensado en el pueblo, Hipólito Mejía fuera el mejor  Presidente que tuviera el país.
Todos esos triunfos  han sido posibles por su gran capacidad estratégica. Su natural inteligencia, sumada  a la que ha obtenido con la experiencia de Estado acumulada a través del tiempo.
Como se observa, el Presidente Hipólito Mejía es un triunfador, porque sus cargos han producido bienestar a las mayorías. Ha demostrado ser un exitoso estratega, un político popular, un estadista, portador de los más sanos criterios de honestidad, lealtad y moralidad.
Con esos valores, aseguro que nos conducirá al éxito en esta batalla por el rescate de la Democracia partidaria y de la nación.

¡Creo y confío en Hipólito, me la juego con él! 

Hipólito Mejía, un hombre exitoso por ser buen estratega.

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