El Presidente Balaguer inauguraba una
obra del gobierno y le llama la atención una casa de montaña cuyas líneas,
fachada y ubicación denunciaban la mano de un arquitecto experto en
construcciones alpinas. El zorro político preguntó, con la rimbombancia que le
caracterizaba, ¿de quién es ese palacio? De inmediato un miembro de su escolta
comenta: Excelencia, ese palacio es de un amigo suyo. A lo que Balaguer
pregunta: ¿de quién se trata, quién es el afortunado? Cuando le dijeron el
nombre sonrió socarronamente y comentó: cuanto ahorra ese muchacho, porque con
el sueldo que gana no puede hacer esa casa.
Sin
embargo, al doctor Balaguer no se le ocurrió investigar y determinar la
procedencia de los dineros empleados para construir eso que él llamó un
“palacio”. Quizá el experimentado político entendió que ese dinero robado al
erario era parte de “la ración del boa”.
Al
fin y al cabo este, también, es el país del general Gollito Polanco quien luego
de vendérsele al gobierno de turno, para renunciar a participar en asonadas
militares, decía a sus amigos: es que la paz es buena, pero con cuarto.
Lo
que debe servir de lección es lo que ocurre hoy en República Dominicana: un
grupo asalta el poder con todas las ilegalidades, violaciones, robos, engaños,
abusos y acorrala la sociedad de tal modo que el pueblo está impedido de
ejercer su función supervisora del uso de los fondos públicos porque todas las
instancias legales que pueden y deben hacerlo son dirigidas por cómplices de la
peor trama contra el país, desde el gobierno de Trujillo.
Aunque
se nos señala como olvidadizos, todos recordamos la humildad con la que llegó
al Palacio Nacional, en 1996, Leonel Fernández, pero al salir del gobierno él y
su esposa tenían cuentas en banco por millones de pesos y una fundación multimillonaria.
Nunca se ha investigado el súbito origen de esa fortuna que crece más rápido
que la espuma.
Pongamos
por caso la situación de Félix Bautista de quien algunos críticos dicen, con
una visión discriminatoria, que es hijo de un sastre, como si los pobres no
tuvieran derecho al progreso y el bienestar, pero así no. El Senado habla de
investigar el origen de la “fortuna” de Bautista ¿quién en su sano juicio puede
creer que con el Congreso, la Cámara de Cuentas, la Contraloría de la Nación,
los Procuradores Fiscales, los Tribunales Superiores a su favor alguien puede
ser condenado por enriquecimiento ilícito?
Llegaron
al gobierno en chancletas en 1996 y salieron en yipetas en el 2000. Con ese
entrenamiento volvieron en el 2004. Con esa experiencia arrasaron con todo.
Recordemos:
no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
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