Por
JUAN T H
Soy ateo por convicción desde los 13 años cuando cayó en mis
manos el libro “La Religión al Alcance de Todos”, de Luis H Ibarreta, escrito
en 1887. Posteriormente vi morir a gente que amaba sin cometer ningún pecado. A
mis pocos años no entendía como Dios, que es amor, se llevaba para “otro mundo” a seres tan
queridos.