Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro
El país no está bien gobernado, la
justicia está de vacaciones, quienes fungen como jueces son una caterva de
personas escasas de principios morales y acomodados a las perversas
circunstancias que los rodean.
Vivimos un hoy tan lleno de
violaciones de todo tipo
que cuando alguien desconoce una luz roja sabemos que no tiene una urgencia que
lo obligue a cometer tal infracción. Lo peor del caso es que la autoridad ni
siquiera se molesta en anotar el número de la placa aunque sea para enviarle al
conductor una advertencia.









