Santo Domingo.- El Presidente
Hipólito Mejía dijo hoy que “estaré en el lugar donde las circunstancias
y las mayorías me requieran” al referirse a la candidatura presidencial para
las elecciones de mayo del 2016.
Mejía no se descartó como
posible candidato presidencial para el 2016 y manifestó que se mantendrá
equidistante de los aspirantes declarados y de los demás que se sumen.
Aseguró que “fiel a mis
convicciones democráticas y al derecho que todos tenemos de elegir y ser
elegidos, defenderé que la selección de los candidatos a los diferentes cargos,
incluyendo el candidato a la presidencia de la República , se haga a
través de procesos y procedimientos democráticos y transparentes, por lo que me
mantendré equidistante de todos los aspirantes”.
“Quiero que quede bien
claro, que nunca seré obstáculo para el desarrollo del liderazgo y aspiraciones
de los valiosos hombres y mujeres con que cuentan la Corriente Mayoritaria ,
la Convergencia ,
la Sociedad Civil ,
y otros sectores y personalidades del país” dijo.
En un discurso leído al
comparecer al almuerzo semanal del Grupo Corripio de Comunicaciones, Mejía se
hizo una pregunta “¿Cuál
será mi papel en la selección de los candidatos?” y respondió a seguidas
“En primer lugar, que nadie
crea que pretendo ser el dueño de un proceso que nos pertenece a todos”
“Los líderes políticos
y sociales que aspiran a cargos electivos por los distintos partidos y
organizaciones que conformen la
Convergencia , pueden estar seguros que tienen en ella un
instrumento idóneo para hacer realidad sus ideales y aspiraciones” expresó.
“Las dominicanas y
dominicanos pueden estar seguros de que a quienes presentemos como candidatos
por los partidos y organizaciones que formen parte de la Convergencia serán
los mejores y los más calificados ciudadanos, elegidos mediante procesos de
selección participativos, limpios, democráticos y transparentes” aseguró.
Mejía informó que “al
día de hoy tenemos conformadas en la Corriente Mayoritaria ,
todas las estructuras a nivel de zonas, distritos municipales, municipios,
provincias y seccionales del exterior, lo cual representa más del 90% de los
verdaderos perredeístas”.
Destacó que “los
compañeros y compañeras que conforman la Corriente Mayoritaria ,
encarnan la historia de lucha y la lealtad a los principios que han hecho del
PRD, desde su fundación hasta hoy, un garante de la democracia y la libertad”.
Informó que “al tiempo
que organizamos nuestras fuerzas internas, participamos en la articulación de
las diferentes fuerzas políticas y sociales para integrarnos a la Convergencia por un
Mejor País y aglutinar la mayoría que se opone a las funestas pretensiones
continuistas del PLD”.
“La Convergencia ”,
explicó, “no es un partido político ni un simple instrumento electoral; la Convergencia es un
magnífico espacio de concertación que nos da la oportunidad para participar en
la promoción de los profundos cambios que demanda nuestra sociedad en lo
político, en lo social, en lo económico y en lo moral”.
Al analizar la
situación nacional Mejía recuerda que “al culminar el gobierno de Leonel
Fernández, nuestro país, en lugar de ser una nación donde reinaba el progreso
como él dice, estaba afectado por una grave crisis donde reinaba la
desesperanza”.
Se pregunta a seguidas
“¿Qué ha cambiado de esa realidad dramática, a casi dos años de la gestión del
Presidente Danilo Medina? Lo más visible es su estilo sencillo de gobernar, en
comparación con el estilo arrogante de Leonel Fernández”.
Y trazó este panorama
de la situación “Lo cierto es, que lejos de mejorar, la situación ha
empeorado y el país continúa sumido en una crisis, la cual se caracteriza por
la desigualdad social, la inseguridad ciudadana, el desempleo, el alto costo de
la vida, el endeudamiento desenfrenado, la impunidad, la corrupción y el
marcado deterioro de las instituciones fundamentales, entre otros males”.
“Para superar” dijo
“nuestras calamidades y derrotar las pretensiones continuistas del PLD, tenemos
que, además de trabajar por la unidad política, acompañar a la sociedad en la
movilización por sus reclamos”.
“Esta decisión de
movilizarnos junto a la sociedad” explicó, “está fundamentada en nuestro
convencimiento de que esa es la única vía para lograr que el PLD atienda las
demandas ciudadanas, tal como lo demuestran la lucha por el 4% para la
educación, la observación del Código Procesal Penal, y otras jornadas de
movilización social que han ocurrido en el país”.
Señaló que “Frente al
panorama social, económico y electoral que hemos descrito, invito a que nadie
se quede cruzado de brazos ni asuma posiciones ambiguas”.
“A los hombres y
mujeres que amamos esta tierra, nos corresponde la responsabilidad de
transitar unidos el camino de la esperanza, en lugar de continuar por el rumbo
de la frustración y el desaliento” dijo el Presidente Mejía.
“Este
convencimiento es el que nos ha hecho salir a la calle a organizar la Corriente Mayoritaria
y participar en la construcción de la Convergencia , para derrotar las
pretensiones continuistas de Leonel Fernández y el PLD y
producir los cambios que necesita el país” expresó.
Sobre la organización
electoral el Presidente Mejía dice que hay desafíos y dificultades que
deben ser superados y cita:
-que el mismo día serán
elegidos, el Presidente y Vicepresidente de la República ;
Senadores; Diputados, por circunscripciones electorales; Diputados
Nacionales; Diputados al Parlamento Centroamericano; y Diputados de
Ultramar. Además, serán elegidos Alcaldes, Directores
Distritales, Regidores, Vocales, y sus respectivos suplentes un
total de 4 mil 128 cargos, con más de 80 mil aspirantes;
-la duda sobre la
capacidad que tiene la
Junta Central Electoral para entregar a tiempo una nueva
cédula, para los comicios del 2016 puesto que según su Presidente, para votar
todos los ciudadanos deberían estar en posesión del nuevo documento.
Mejía se pregunta “En
el caso de que un porcentaje de la población con derecho a elegir no haya
podido obtener su nuevo documento electoral, una pregunta lógica es: ¿se podrá
votar, entonces, con las dos cédulas, la vieja y la nueva?”
Y responde “La
experiencia nos indica que votar con dos cédulas podría prestarse a prácticas
fraudulentas y traumáticas en los resultados de las elecciones”.
“Al día de hoy” afirma
Mejía “no hay garantías de que podamos celebrar elecciones confiables y
creíbles. Eso se debe, principalmente, a la composición de la Junta Central
Electoral y el Tribunal Superior Electoral. Ambos organismos, lejos de actuar
para garantizar la transparencia y la equidad del proceso, se han descalificado
como árbitros imparciales mediante sentencias, disposiciones y manejos ilegales
e indebidos”.
Para que las elecciones
sean transparentes, dijo, es condición fundamental modificar la
composición de la Junta
Central Electoral y la del Tribunal Superior Electoral, como
forma de garantizar árbitros imparciales y confiables.
“Para que este cambio
se produzca, se requiere la concertación de un gran acuerdo nacional que permita
llevar a ambos órganos personalidades independientes que gocen de la
credibilidad de la sociedad civil, de los partidos políticos y de la comunidad
internacional, para que su presencia sea garantía de transparencia e
imparcialidad” expresó.
Reclamó la aprobación
de la Ley de
Partidos ya que la misma “contribuiría a la democracia interna, al manejo
transparente de los fondos públicos, a la equidad en la competencia interna y a
la regulación de la campaña interna de los partidos”.
Señaló “la necesidad de
adecuar la actual Ley Electoral a la Constitución vigente, en lo que se refiere al
funcionamiento de la
Junta Central Electoral, la fiscalización y supervisión de la
vida interna de los Partidos Políticos, organización y montaje de las
elecciones y control de los recursos del Estado”.
A seguidas se copia el
texto completo de la comparecencia del Presidente Mejía ante el Grupo Corripio
de Comunicaciones:
MI COMPROMISO CON EL PRESENTE
Y EL FUTURO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
Intervención del Presidente,
ingeniero Hipólito Mejía,
en el Almuerzo Semanal del
Grupo Corripio, el 21 de mayo de 2014.
Agradezco al Grupo Corripio,
en la persona de su presidente, José Luis (Pepín) Corripio Estrada, la
gentileza de permitirme exponer mis puntos de vista sobre el presente y el
futuro de nuestro país en este privilegiado escenario.
Señores Directores,
Señores periodistas,
Personalidades presentes,
Comparezco a este encuentro
del Grupo Corripio para tratar tres temas que considero de especial
importancia: en primer lugar, la situación económica y social de la nación; en
segundo lugar, las próximas elecciones nacionales a celebrarse el 15 de mayo
del 2016 y, por último, mi participación en ese proceso electoral.
Al culminar el gobierno de
Leonel Fernández, nuestro país, en lugar de ser una nación donde reinaba el
progreso como él dice, estaba afectado por una grave crisis donde reinaba la
desesperanza.
¿Qué ha cambiado de esa
realidad dramática, a casi dos años de la gestión del Presidente Danilo Medina?
Lo más visible es su estilo sencillo de gobernar, en comparación con el estilo
arrogante de Leonel Fernández.
Lo cierto es, que lejos de
mejorar, la situación ha empeorado y el país continúa sumido en una
crisis, la cual se caracteriza por la desigualdad social, la inseguridad
ciudadana, el desempleo, el alto costo de la vida, el endeudamiento
desenfrenado, la impunidad, la corrupción y el marcado deterioro de las
instituciones fundamentales, entre otros males.
Es por ello que, aunque la
mayoría de la población valora como positivo el estilo sencillo del Presidente
Medina, la gente afirma que sus condiciones de vida durante la presente gestión
continúan deteriorándose significativamente.
Los dominicanos padecemos los
efectos de las continuas alzas de precio de los combustibles; el aumento del
precio de los alimentos y de los medicamentos; la falta de empleo de calidad,
especialmente entre mujeres y jóvenes que ingresan a la edad laboral; y el
creciente endeudamiento, que hipoteca la vida de la juventud de hoy durante los
próximos treinta años.
En adición a esos problemas
de naturaleza económica, vemos cómo la delincuencia se ha desbordado llenando
de miedo y dolor a las familias, a lo que se añade la impotencia que sentimos
frente a un sistema judicial que privilegia a los corruptos y favorece la
impunidad.
Esta realidad la demuestra
con mucha propiedad el Banco Mundial cuando afirma que solo dos de cada cien
dominicanos han mejorado sus condiciones de vida; 19 de cada cien, viven en
peor situación; y 79 de cada 100 no han tenido ninguna mejoría en sus
condiciones de vida, durante los gobiernos del PLD.
Esa afirmación proveniente de
un organismo internacional de tanta credibilidad, es un mentís profundo a la
falsa noción de progreso que pregona el Partido de la Liberación Dominicana.
Los únicos que no entienden
que el país anda por un sendero equivocado, son aquellos dirigentes
peledeistas, que se han enriquecido a la sombra de la corrupción y la impunidad
con que han ejercido el poder, quienes pretenden continuar en el gobierno a
cualquier costo.
Nosotros, así como la mayoría
del país, entendemos que esta realidad que acabamos de describir, constituye
una seria amenaza a la estabilidad social y a la paz; una bomba de tiempo que
nadie sabe en qué momento puede estallar ni el daño que puede causar, sin
excepción, a cada uno de nosotros.
Otra amenaza a la democracia
dominicana y a la paz, que debe recibir la más alta atención de la sociedad, la
constituye el panorama de cara a las elecciones del 15 de mayo del 2016.
A dos años de celebrarse las
venideras elecciones, el panorama electoral se encuentra lleno de desafíos y
dificultades, las cuales ponen en peligro la democracia, la estabilidad
política y la paz pública.
¿Cuáles son esos desafíos y
dificultades?
En primer lugar, estas
elecciones serán muy complejas ya que el mismo día serán elegidos,
4 mil 128 cargos, con más de 80 mil aspirantes.
Ese día se elegirán el
Presidente y Vicepresidente de la
República ; Senadores; Diputados, por circunscripciones
electorales; Diputados Nacionales; Diputados al Parlamento
Centroamericano; y Diputados de Ultramar. Además, serán
elegidos Alcaldes, Directores Distritales, Regidores,
Vocales, y sus respectivos suplentes.
En segundo lugar, está la duda
sobre la capacidad que tiene la Junta Central Electoral para dotar a tiempo a los
electores de una nueva cédula, para los comicios del 2016. Según su Presidente,
para tener derecho a ejercer el voto, todos los ciudadanos deberían estar en
posesión de su nuevo documento.
En el caso de que un
porcentaje de la población con derecho a elegir no haya podido obtener su nuevo
documento electoral, una pregunta lógica es: ¿se podrá votar, entonces, con las
dos cédulas, la vieja y la nueva?
La experiencia nos indica que
votar con dos cédulas podría prestarse a prácticas fraudulentas y traumáticas
en los resultados de las elecciones.
Al día de hoy, no hay
garantías de que podamos celebrar elecciones confiables y creíbles. Eso se
debe, principalmente, a la composición de la Junta Central
Electoral y el Tribunal Superior Electoral. Ambos organismos, lejos de actuar
para garantizar la transparencia y la equidad del proceso, se han descalificado
como árbitros imparciales mediante sentencias, disposiciones y manejos ilegales
e indebidos.
Por tanto, para que las
elecciones sean transparentes, es condición fundamental modificar la
composición de la Junta
Central Electoral y la del Tribunal Superior Electoral, como
forma de garantizar árbitros imparciales y confiables.
Para que este cambio se
produzca, se requiere la concertación de un gran acuerdo nacional que permita
llevar a ambos órganos personalidades independientes que gocen de la
credibilidad de la sociedad civil, de los partidos políticos y de la comunidad internacional,
para que su presencia sea garantía de transparencia e imparcialidad.
La falta de una Ley de
Partidos que regule la vida de los mismos, es uno de los problemas que tenemos.
La aprobación de esa Ley contribuiría a la democracia interna, al manejo
transparente de los fondos públicos, a la equidad en la competencia interna y a
la regulación de la campaña interna de los partidos.
A lo antes señalado se suma
la necesidad de adecuar la actual Ley Electoral a la Constitución vigente,
en lo que se refiere al funcionamiento de la Junta Central
Electoral, la fiscalización y supervisión de la vida interna de los Partidos
Políticos, organización y montaje de las elecciones y control de los recursos
del Estado.
Además de la Junta Central
Electoral y el Tribunal Superior electoral, hay otros actores vitales para el
proceso.
En primer lugar está el
Presidente de la República ,
quien, por su investidura tiene la responsabilidad ineludible de garantizar la
democracia y la transparencia en las elecciones.
A propósito del rol del
Presidente, el 27 de enero del presente año, le dirigimos una carta al
Presidente Danilo Medina, en donde le solicitamos cumplir con el pacto que
ambos firmamos, como candidatos presidenciales, de impulsar la aprobación de la Ley de Partidos y la Ley Electoral , en el
año 2012.
En segundo lugar están los
partidos políticos que, además de participar en las elecciones, tienen la
representación congresual para consensuar la Ley de Partidos y la Ley Electoral y
lograr su aprobación.
En tercer lugar, contamos con
el importante rol de la comunidad internacional en el proceso electoral. Esa
participación incluye la observación electoral, la concertación y el apoyo a la
modernización de los partidos.
En cuarto lugar, está el
espacio legítimamente ganado por la Sociedad Civil en las elecciones dominicanas. En
efecto, invitamos a las iglesias, a Participación Ciudadana y a personalidades
independientes, entre otros actores, a que continúen defendiendo la causa de la
transparencia.
A nuestro juicio, la
observación de la
Comunidad Internacional y la Sociedad Civil ,
para que sea efectiva, no debe limitarse al día de las elecciones. Es
fundamental que la observación electoral cubra todas las fases de la
organización y celebración de los comicios.
Es en ese contexto de
dificultades y deficiencias institucionales que debemos ver lo dicho hace
algunos días por el Presidente de la Junta Central Electoral quien anunció que esa
institución ya empezó el montaje del proceso electoral del 2016, el cual
calificó de complejo.
Esa complejidad para nosotros
se debe, más que a razones técnicas y administrativas, a la disposición del PLD
de continuar en el poder a cualquier precio, violando la Ley mediante el uso abusivo de
los recursos del Estado e irrespetando las instituciones.
Frente a los desafíos y
amenazas que enfrenta nuestra nación todos los que estamos comprometidos con el
presente y el futuro del país, tenemos la obligación ineludible de
involucrarnos en la búsqueda de soluciones.
Es justamente a partir de esa
obligación que estamos trabajando sin descanso en dos frentes: el frente
político y el frente social.
En el aspecto político,
nuestra tarea prioritaria es la conformación de la Corriente Mayoritaria.
Esta decisión fue fruto de la
imposibilidad de lograr, a lo interno de nuestro partido, un entendimiento que
nos permita, en primer lugar, organizar una convención democrática, como ha
sido la tradición, y en segundo lugar, asumir el papel de oposición que nos
demanda la sociedad.
Me complace informar que al
día de hoy tenemos conformadas en la Corriente Mayoritaria ,
todas las estructuras a nivel de zonas, distritos municipales, municipios,
provincias y seccionales del exterior, lo cual representa más del 90% de los
verdaderos perredeístas.
Es importante resaltar que
los compañeros y compañeras que conforman la Corriente Mayoritaria ,
encarnan la historia de lucha y la lealtad a los principios que han hecho del
PRD, desde su fundación hasta hoy, un garante de la democracia y la libertad.
Al tiempo que organizamos
nuestras fuerzas internas, participamos en la articulación de las diferentes
fuerzas políticas y sociales para integrarnos a la Convergencia por un
Mejor País y aglutinar la mayoría que se opone a las funestas pretensiones continuistas
del PLD.
Para ello participaremos
junto a todos los integrantes de la Convergencia , en la formulación de un Plan de
Nación que abarque varios períodos de gobierno, que esté sustentado en
políticas públicas a favor de las mayorías, con una visión estratégica
fundamentada en el uso de nuestros recursos humanos y naturales y la
integración del país con la economía global, de manera sostenible.
Ese Plan de nación tiene dos
requerimientos esenciales: primero, la formulación de un Programa de Gobierno
concertado con todas las organizaciones políticas y sociales; y segundo, la
alternabilidad política, que permita gobernar durante varios períodos
consecutivos, con diferentes presidentes, congresistas y alcaldes,
comprometidos con darle continuidad al Plan de Nación aprobado por la Convergencia.
Los líderes políticos y
sociales que aspiran a cargos electivos por los distintos partidos y
organizaciones que conformen la
Convergencia , pueden estar seguros que tienen en ella un
instrumento idóneo para hacer realidad sus ideales y aspiraciones.
Las dominicanas y dominicanos
pueden estar seguros de que a quienes presentemos como candidatos por los
partidos y organizaciones que formen parte de la Convergencia serán
los mejores y los más calificados ciudadanos, elegidos mediante procesos de
selección participativos, limpios, democráticos y transparentes.
Para superar nuestras
calamidades y derrotar las pretensiones continuistas del PLD, tenemos que,
además de trabajar por la unidad política, acompañar a la sociedad en la
movilización por sus reclamos.
Esta decisión de movilizarnos
junto a la sociedad está fundamentada en nuestro convencimiento de que esa es
la única vía para lograr que el PLD atienda las demandas ciudadanas, tal como
lo demuestran la lucha por el 4% para la educación, la observación del Código
Procesal Penal, y otras jornadas de movilización social que han ocurrido en el
país.
Frente al panorama social,
económico y electoral que hemos descrito, invito a que nadie se quede cruzado
de brazos ni asuma posiciones ambiguas.
A los hombres y mujeres que
amamos esta tierra, nos corresponde la responsabilidad de transitar
unidos el camino de la esperanza, en lugar de continuar por el rumbo de la
frustración y el desaliento.
Este convencimiento es el que
nos ha hecho salir a la calle a organizar la Corriente Mayoritaria
y participar en la construcción de la Convergencia , para derrotar las
pretensiones continuistas de Leonel Fernández y el PLD y
producir los cambios que necesita el país.
Esa es mi prioridad en este
momento, para lo cual dedicaré todo el tiempo que sea necesario.
Ahora bien, ¿Cuál será mi
papel en la selección de los candidatos?
En primer lugar, que nadie
crea que pretendo ser el dueño de un proceso que nos pertenece a todos.
Quiero que quede bien claro,
que nunca seré obstáculo para el desarrollo del liderazgo y aspiraciones de los
valiosos hombres y mujeres con que cuentan la Corriente Mayoritaria ,
la Convergencia ,
la Sociedad Civil ,
y otros sectores y personalidades del país.
Eso es coherente con lo que
ha sido mi conducta a lo largo de mi vida.
En segundo lugar, fiel a mis
convicciones democráticas y al derecho que todos tenemos de elegir y ser elegidos,
defenderé que la selección de los candidatos a los diferentes cargos,
incluyendo el candidato a la presidencia de la República , se haga a
través de procesos y procedimientos democráticos y transparentes, por lo que me
mantendré equidistante de todos los aspirantes.
Estoy consciente que, después
de haber dicho todo esto, ustedes se preguntarán si voy a aspirar a la
presidencia de la República
en las elecciones del 2016; y yo les digo, con toda franqueza, que estaré en el
lugar donde las circunstancias y las mayorías me requieran.
Muchas gracias.
Santo Domingo, R.D.
21 de mayo de 2014
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