Por JUAN T H
Me pregunto si la sentencia 168 del Tribunal Constitucional,
considerada discriminatoria y racista porque le niega la nacionalidad a
millares de dominicanos de origen haitianos, no forma parte de un plan de
Leonel Fernández para desestabilizar el
gobierno de Danilo tanto en el plano local como internacional. ¡Tanta torpeza
no me parece casual!
La sentencia del tribunal, con carácter retroactivo hasta el
año 1929, que viola derechos fundamentales de cientos de hombres, mujeres y
niños de ascendencia haitiana, ha sido rechazada por la mayoría de los
dominicanos, así como por casi todos los países del mundo y por la Organización
de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, creándole a Danilo una crisis tanto interna
como externa.
Los que elaboraron el documento no son estúpidos, ni
oligofrénicos. Sabían con exactitud lo
que estaban haciendo y sus consecuencias. Una cosa es la regulación migratoria
a partir del 2010 como bien lo establece la Constitución de esa fecha, y otra,
muy distinta, la desnacionalización de dominicanos de origen haitiano.
El Tribunal Constitucional dio un salto al vacío. Miles de
seres humanos quedan huérfanos de madre patria. No son dominicanos, pero
tampoco haitianos. Forman un ejército de apátridas. Gente que no ha ido nunca
ase país, que no habla su idioma, que no práctica su religión, que no conoce ni
baila su música, que no tiene familia allí, es considerada haitiana.
Parecería como si la República Dominicana estuviera en los
peores momentos de la segregación racial, del kukuxklán de Estados Unidos, la
primacía blanca de los fascistas alemanes o el apartheid sudafricano abolido
por Nelson Mandela.
Todos sabemos que solo mentes retorcidas llenas de odio y sed de venganza, pudieron
sentarse y producir un documento tan reaccionario como el dado a conocer por el
Tribunal Constitucional que, curiosamente, está presidido por un negro cocolo
cuyos orígenes se encuentran en Haití y en las Antillas provenientes de África.
(Inexplicablemente el presidente que declara días de luto
por la muerte de Nelson Mandela es el mismo que acoge como buena y válida una
medida cargada de odio histórico contra negros que viven en nuestro territorio
desde hace siglos)
Estoy a favor de la regulación de los inmigrantes no importa
su nacionalidad, más no en contra de los negros haitianos. (Muchos alemanes,
italianos, franceses, libios, españoles y demás “blanquitos”, llegan huyendo de
sus respectivos países donde han cometido toda clase de crímenes y delitos sin
que nadie les pregunte nada. Son blancos. ¡Basta!)
Más de dos millones de dominicanos han tenido que emigrar
hacia Estados Unidos, Puerto Rico, España, Holanda, etc. Salen huyéndole a la
miseria. Algunos han estudiado y progresado. Otros se han dedicado al crimen y
han regresado en ataúdes o extraditados.
Concejales y congresistas tienen origen dominicano. Nos place que así sea. Nos
sentimos orgullosos de la nacionalidad estadounidense que adquieren nuestros
familiares.
¿Se imaginan un dominicano de origen haitiano ocupando algún
cargo de elección popular en nuestro país? ¿Se imaginan a los haitianos
organizados en sindicatos y partidos? ¿Se los imaginan organizados reclamando
sus derechos en la construcción y en los campos agrícolas donde suelen ser
explotados y estafados, sin seguridad social, ni salarios justos, como esclavos
modernos?
El kukuxklán dominicano no lo permitiría. Antes moriría de
rabia.
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