Por Eddy Arias
La República Dominicana, en la
actualidad, esta sumergida en una nebulosa de justicia en todo el ámbito y
materia jurídica. Los ciudadanos no encuentran
quien le socorra ante los hechos que enfrentan y que se dilucidan en los
estamentos judiciales.
En los últimos días, los temas más debatidos
en la justicia dominicana, son los referente al caso del sometimiento al Ex
Presidente Leonel Fernández, por estafa al estado durante su mandato,
introducido por el Dr. Guillermo Moreno, cuyo resultados no son muy halagüeños;
y del otro lado, el caso del PRD, que no ha existido forma alguna de que los
jueces del TSE puedan reconocer la verdad expuesta por sus dirigentes, haciéndose
de la vista gorda o más bien, cerrando los ojos ante la realidad y dando
ganancia de causa a quien carece de razón.
Y será que nuestro País estará sometido
toda la vida a esta injusticia que raya la desvergüenza y la desfachatez, sin
que aparezca una solución a tan burda burla a la sociedad dominicana, ya que somos
el hazme reír de América latina y el mundo, por como suceden las cosas.
Todo un pueblo pide JUSTICIA y estas
cinco personas la deniegan, por más indicios de pruebas existan.
La Ley Electoral reseña bien claro quien
es la institución que regula los procesos electorales (Junta Central Electoral)
y en consecuencia es la que recibe toda la documentación contentiva de esos, y
a su vez es la responsable o encargada de certificar la veracidad de cualquier
documento o dato que repose en los archivos a su cargo.
No entendemos, como puede un tribunal
desconocer la veracidad de cualquier documento que emita un organismo avalado
por la constitución y las leyes. ¿O es que esos jueces están por encima de la
constitución y las leyes del país?
¿Será que los jueces dominicanos no le
temen a la justicia divina?
Parece que no saben que Dios observa las
injusticias que comete el hombre, contra el hombre y a su debido tiempo,
devuelve sin piedad lo que sembraste.
Magistrados de la TSE, si es que se les
pueda llamar así, no cierren los ojos en momentos en que deben estar abiertos,
que cuando llega el momento de Dios, quiere abrirlo y el no te lo permitirá.
Los dominicanos tenemos SED DE JUSTICIA,
y si en la tierra no apareces, estamos seguros que llegará de lo alto. Que no
quede la menor duda.
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