“¡En este país no hay
cárcel para Leonel Fernández!”
Por JUAN T H
Palabras de un miembro del Comité Político del PLD.
Como he dicho muchas veces, todos somos iguales ante la ley,
pero algunos iguales son más iguales que otros. Es el caso de Leonel. La
Constitución, ni las leyes, le son aplicables.
Danilo no permitirá, bajo ningún concepto, que su compañero
de partido, el hombre que lo hizo presidente, que invirtió más de 40 mil
millones de pesos, que distribuyó millones de raciones de alimentos y pavimentó
las calles con el asfalto de Venezuela para llevarlo al Palacio Nacional,
termine sentado en el banquillo de los acusados respondiendo por los desmanes
cometidos en sus gobiernos.
Danilo es un hombre del partido, miembro del Comité Político
que apoyó las ejecutorias del gobierno de su partido. No fue el PRD que llevó a
Danilo a la presidencia, ni el partido reformista, fue el PLD. Leonel, que
cuando vio que el candidato del PRD tenía ganadas las elecciones salió a las
calles con el dinero del Presupuesto,
las Fuerzas Armadas, la Policía, el Ministerio Público, ministros, vice ministros, embajadores y
cónsules, porque de lo contrario terminaría en la cárcel con sus secuaces, como
lo había prometido Hipólito Mejía.
“¡No es verdad que Danilo meterá preso a Leonel!”
Palabras de un miembro del Comité Político del PLD
Antes de marcharse del Palacio obligado por las
circunstancias, Leonel se blindó creando un Tribunal Suprior Electoral que
mantuviera dividido al PRD dándole a Miguel Vargas ganancia de causa en la
lucha por la franquicia. Las llamadas “altas cortes” terminaron en sus manos y
en las de Félix Bautista, su principal socio, a quien dijo querer “como a un
hijo”, aunque no tenga edad para hijos
tan viejos.
La Cámara de Cuentas hace tiempo trabaja “acomodando”,
“corriendo” y “limpiando” la auditoria de la Oficina Supervisora de Obras del
Estado en tiempos de Bautista.
“¡El Comité Político del PLD es quién dirige y gobierna el
país! ¡Y el jefe del PLD y del Comité Político es Leonel Fernández!”
De todos modos Leonel está más asustado que un chivo y que
un pavo en navidad, pues crece la indignación de la gente en su contra. La
presión que recibe Danilo, incluso de organismos internacionales, es muy
grande. El desfalco contra el Estado es muy evidente. El ministro de Obras
Públicas dice haber encontrado más de 50 obras sobrevaluadas. En todos casi
todos los ministerios el robo ha sido espectacular. Un alto funcionario de
Palacio dice que en los últimos meses se dilapidaron o robaron cerca de 150 mil
millones de pesos. ¡Una piñata!
Es por eso que Danilo no quiere mirar hacia atrás. El pasado
es demasiado comprometedor. Los hechos no mienten. Se robaron el país. No le
pusieron un motor fuera de borda a la isla porque tendrían que arrastrar Haití.
Para hacerle la carga de impunidad menos pesada al gobierno,
los estrategas de Leonel le han recomendado cobrar favores a determinadas personas y entidades. Si hay
que pagar, pues se paga. Y han comenzado los actos de “apoyo” y de “solidaridad” de abogados, artistas, intelectuales,
periodistas, etc., que reciben el respaldo “solidario” de una buena parte de la
prensa. Esos actos y declaraciones de solidaridad están costando mucho dinero.
No son gratuitos, ni espontáneos.
Danilo, en un acto de complicidad inaceptable le habla al
país de todo, menos del déficit fiscal,
de la corrupción. No habla de hacer justicia enviado a los responsables
a la cárcel, ni de recuperar el dinero que le fue robado al pueblo. Habla de
reforma fiscal, de pagar más impuestos, de sacrificios para los pobres y la
clase media. Pide que no miremos atrás, que olvidemos el delito y que sigamos
adelante.
Danilo, “el cambio seguro”, si, para Leonel y su gente.
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