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MI ORGANIZACIÓN POLÍTICA (1)


"No albergo dudas de que este sería el punto de partida de la reorientación, la revalorización, el re-encausamiento del principal instrumento de lucha democrática y de reivindicación social del pueblo dominicano, uno de mis mayores motivos de orgullo, el Partido del Pueblo y de la Libertad".

Por Andrés Lugo Risk

Mi organización política, el Partido Revolucionario Dominicano, a la cual ya he dedicado la mitad de mi vida, se encuentra en medio de una coyuntura que más que visualizarla como de crisis, debemos asumirla, sobre todo por mi generación, como una gran oportunidad. Pero no solamente para nosotros, ni para revivir las cansadas consignas de sustituciones y cambios internos, sino, para relanzar con toda la fuerza posible un nuevo proyecto de partido político en pos de su fortalecimiento, dinamización y renovación en los planos institucional, estructural, ideológico y por supuesto, de su relación con la sociedad dominicana.


Estoy convencido de que un acuerdo coyuntural entre sus principales líderes no sería suficiente, reproduciríamos la expresión gatopardista de cambiar para seguir igual. Debemos profundizar en las reformas, una verdadera reingeniería, refundar nuestra organización sobre sus bases originales pero conectadas al presente con serias perspectivas de futuro. Todo esto es posible y viable, partiendo de la necesaria convocatoria de un Congreso, que de conformidad con el artículo 38 de los Estatutos Generales es un “organismo de debate de ideas y estudio de temas trascendentales para el PRD”. Puede ser convocado de pleno derecho a solicitud del 15% de los miembros del CEN y la Comisión Política.

Esta importante tarea debe ser asumida y liderada sin mayores dilaciones, con un alto sentido de responsabilidad y un profundo carácter crítico, por quienes encabezan el liderazgo emergente de mí partido. Se debe llevar a cabo propiciando la participación de todos y sobre la base de algunos temas que me permito sugerir y esbozar a modo únicamente introductorio, no limitativo ni excluyente, iniciando en esta entrega y continuando en sucesivas. Me atrevo a afirmar que estas propuestas recogen en gran medida el sentir, el anhelo y el criterio de muchos de mis compañeros/as.

No albergo dudas de que este sería el punto de partida de la reorientación, la revalorización, el re-encausamiento del principal instrumento de lucha democrática y de reivindicación social del pueblo dominicano, uno de mis mayores motivos de orgullo, el Partido del Pueblo y de la Libertad.
                                          
*** Se debe impulsar un amplio proceso de formación ideológica y doctrinaria de los miembros de nuestra organización en todo el país, con mayores niveles de exigencia según su grado de militancia y/o dirigencial; acorde además, con sus posiciones de partido y de representación en el Congreso y los Ayuntamientos. Debe establecerse una instrucción mínima obligatoria, certificada por el organismo partidario correspondiente, la Secretaría Nacional de Educación y Doctrina, como condición irrestricta para asumir candidaturas externas y posiciones dirigenciales internas. Dedicar como mínimo a esta labor, el 4% del presupuesto partidario en el año 2013, aumentándose progresivamente cada año.

El nuevo proceso de formación política debe tener una orientación de centro-izquierda, apegado a los principios del socialismo democrático moderno. Pero además, debe de nutrirse de las corrientes mas avanzadas del pensamiento progresista y liberal de nuestros días, teniendo como punto de partida las ideas programáticas del visionario Peña Gómez. El complemento ideal lo constituye el conjunto de programas a desarrollar sobre gobierno, políticas públicas, geopolítica y teorías del Estado moderno.

 GUASABARAeditor

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