Por Juan T H
Cada vez me siento menos orgulloso de haber
nacido y formado en la República Dominicana.
Si miro hacia atrás, 1492, fecha de la llegada
de Cristóbal Colón a la isla habitada por aborígenes que fueron aniquilados salvajemente
por el imperialista invasor, hasta nuestros días, no hay muchos motivos para
sentirme orgulloso. (Qué lástima no puede escoger el lugar donde nacer, crecer
y desarrollarse)