OPINIÓN
La ostentación de Cristóbal de Santa Clara se convirtió en un escándalo mayúsculo, y el desfalco al tesoro de la colonia fue procesado por el renombrado Miguel de Pasamontes, quien tuvo que vender casi todos los bienes del acusado, y poner en la picota pública la honra de quien se consagraba como el primer corrupto documentado de la Isla de Santo Domingo.










