OPINIÓN
El sujeto in absentia.
Por Andrés L. Mateo
Si hay una cosa que asombra en el
dominicano de hoy, es esa impotencia completa para cualquier apertura sobre el
mundo real. La vista es el más distinguido de todos los sentidos, se supone que
las cosas están ahí, que podemos tocarlas, sentirlas, admirarlas o rechazarlas.
También puedo nombrar la realidad con el lazo proposicional del verbo e
instalarme en ella. Y derivado de toda la experiencia sensorial y analítica
recuperar el mundo real en mi conciencia. En ese libro de difícil lectura que
escribió Michel Foucault, llamado “Las palabras y las cosas”, el erudito
francés afirma que “(…)La historia es el modo de ser de todo lo que nos es dado
en la experiencia” .