EN
PLURAL
Yvelisse
Prats Ramírez de Pérez, la autora
Creo
que lo he contado otras veces, pero siento el deseo de repetirla ahora, cuando
las deslealtades asaltan y los desencantos abundan.
Es
la historia de una gran amistad que cuajó en los días difíciles del
postrujillismo, y que definió nuevos
impulsos, que tanteaban torpemente en el compromiso con la política. Con la buena, decente, abnegada práctica de
la política.
Conocí
personalmente a José del Carmen Rodríguez en el pasillo del Liceo Nocturno
Eugenio María de Hostos en septiembre de 1961. Lo había visto de lejos, y oído
sus palabras tonantes el 16 de julio, cuando llevado en hombros de sus
estudiantes llegó al Instituto Salomé Ureña, donde yo enseñaba, y nos conminó
con versos de la poeta, a seguirle: “Patria desventurada ¿Qué anatema cayó
sobre tu frente?/levanta ya de la indolencia extrema/ la hora llegó de
redención suprema/ y ¡ay! si desmayas en la lid presente”.

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