de Nélson Espinal Báez
La resurrección pasa por la
hermandad, por el perdón, por la verdad y la reconciliación para unir a todo un
pueblo detrás de una visión, de una revelación, la cual fue capaz de cambiar la
faz de la tierra y sembrar en la gente espíritu de unidad en la diversidad, de
amor, donde hubo odio, de perdón y reconciliación. En fin, un cristianismo de
inclusión y compromiso social, de solidaridad y libertad.








