Opinión
Por Andrés Matos.
El dilema del Partido Revolucionario
Moderno (PRM), está en este momento, en decidir para lo que fue creado. Si,
como dicen de palabras la mayoría de sus líderes y dirigentes, para rescatar la mística del antiguo
Partido Revolucionario Dominicano, PRD, es decir, sus principios originarios,
de libertad, solidaridad, democracia y
justicia social, y aprovechar la oportunidad de agregarle valores nuevos y
modernos, o de ser un partido meramente electorero, sin mística ni compromiso
social, desperdiciando la oportunidad de representar la alternativa para cambiar la perversa y dañina práctica con que
actualmente se ejerce la política en la República Dominicana.
Es decir, representar las esperanzas de la mayoría de los dominicanos de vivir
en una sociedad decente, moral y de amplias seguridades de vida y de éxitos.
Si la intención es rescatar los valores
de la sociedad que encarnó alguna vez el PRD, entonces, la prioridad del PRM es
ser un partido real y no la
de tener un candidato simplemente. Adecuar
sus estructuras de manera tal que puedan articular políticas de gobierno.
Presentar críticas como oposición que debe ser. Presentar propuestas de
políticas públicas acordes a su
concepción de la sociedad que aspiran proponerle al elector que quieren
conquistar. Cumplir como organización, con el rol de oposición que le falta a
la nación.
Solo con sus estructuras organizadas, un
partido puede practicar democracia, introducir
reformas modernizantes fortalezcan la institucionalidad, cumplir con la equidad
de oportunidades a los diversos sectores sociales, practicar la ética y la
moral organizacional que la diferencie de las demás, la cual debería estas
acorde a la que amerita el país.
Con las favorables condiciones con que
nace el PRM, hacer sus estructuras es fácil y se puede lograr en poco tiempo.
Según un protocolo, la dirección estaría conformada mayoritariamente por
quienes eran miembros
dirigentes en el PRD. Conformar
el padrón, en un mes máximo. Y le sería beneficioso, porque vincularían los
símbolos al pueblo, lo que es imprescindible hacer. Solo dándoles trabajo a esas direcciones locales y
nacionales oficializadas, con un programa de inscripciones simultáneas, con
carpas y un “cara a cara”, computarizándolo de forma local. Solo falta voluntad
y desprendimiento transparentes y sinceros.
Por el camino electorero, escogiendo la
candidatura presidencial de manera apresurada, sin tener el partido conformado,
dan la impresión de una pobre estrategia política. De que solo les interesa el
aspecto electoral, ser candidatos, desconociendo la conjugación en tiempo y
espacio de los factores fundamentales de un proyecto político para ganar y ejercer un gobierno
en beneficio de la mayoría del pueblo. Peor aún, de manera insólita, escogiendo
los métodos como la encuestas, obviando torpemente que estas son herramientas
fundamentales del contrario a vencer, al PLD
y al doctor Leonel Fernández, es
decir, son un elemento clave en la estrategia de estos posicionarse, y lo usan
sin reparos ni consecuencias. Con ese instrumento, le será difícil competir al
PRM, lo que significa, que aceptar la encuesta como método, escogen pelear en desventaja, en el
terreno y con las armas del contrario. Así no se gana nunca.
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