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"El oro de Cotuí"

Bonaparte Gautreaux Piñeyro, el autor

Mi inolvidable amigo Guido D‘Alessandro, indignado por la complaciente operación autorizada por la Junta Monetario del Banco Central para permitir la instalación en el país de la Honduras Rosario Minning Company, me entregó el expediente completo que contenía la documentación que facilitaba la operación.
Entonces se presentó la operación como una muestra de la con fianza de la inversión extranjera en el país y por ello se había decidido a invertir en la mina de oro de Pueblo Viejo.
Esa defensa se hizo a través de la Junta Monetaria, cuyo portavoz para el caso era el ingeniero Hugh Brache, el industrial que producía el pan Pepín.

La documentación que me entregó mi amigo demostraba que lejos de tratarse de una inversión extranjera era una estratagema que ocultaba el uso del ahorro interno para conformar el capital inicial de la Honduras Rosario.
Me explico: la Resolución de la Junta Monetaria autorizada a la banca nacional a prestar dinero a la minera, lo que significaba que del dinero de los ahorristas dominicanos se  iba a financiar la operación que se presentaba como una “inversión extranjera”
Denuncié la situación a través de El Nacional y Brache me pidió hablar conmigo, le puse una condición: que habláramos en presencia y en el despacho del doctor Rafael Molina Morillo, entonces propietario de Publicaciones Ahora. Así ocurrió y la conversación terminó con la decisión de publicar todos los documentos, hasta agotar el expediente que teníamos.
Así se han manejado muchos expedientes que perjudican al pueblo dominicano y que uno presume que benefician a alguna autoridad.
Desde las páginas de la revista ¡Ahora! abogué por que no se exportara el oro en bruto, que se instalara una refinería y vendiéramos al extranjero productos terminados: joyas, aretes, anillos, pulseras, collares  Nunca se prestó atención a esa sugerencia.
Se inició la exportación de un mineral que denominaron “doré”: una aleación de oro, plata y otros minerales de menor costo.
Dado que el país desconocía cuáles minerales contenían las barras de doré, el gobierno de Balaguer, con la sabiduría de Compadre Mon, ordenó la “pérdida” de una barra de metal del próximo embarque:   así supo el gobierno la composición real de lo que se exportaba.
Mientras aquí se habla de reformar contrato y obtener más beneficios del oro de Cotuí, en la bolsa de Nueva York, provocan una baja en el precio del metal. ¡Caramba qué coincidencia!
Inseguridad del euro,  problemas económicos en los países ricos, crisis en Japón ¿dónde se refugian los ahorristas? En el oro. .
Los manejos de bolsas de valores no son casuales. La producción de oro no se ha multiplicado. Negociar, de verdad y de cara al sol. ¿Acaso se examinó el contenido del mineral que exporta la Barrick?

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