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LA DICTADURA DE LEONEL


Juan Taveras Hernández, el autor.

Sin sonrojarse, en un acto de cinismo insólito, Leonel Fernández le anuncia una dictadura superior en tiempo y espacio, a la que encabezó Rafael L. Trujillo, desde 1930 hasta 1961, cuando justicieramente fue asesinado.
Al terminar el actual periodo constitucional el PLD habrá gobernado 16 de los últimos 20 años, 12 de manera consecutiva. Pero Leonel, que siempre dijo estar de acuerdo con la separación de poderes y la alternabilidad en el gobierno, asegura que su partido se mantendrá en el poder otros 20 años,  para sumar 36, cinco más que Trujillo.

Históricamente podemos decir que la “dictadura constitucional” comenzó con la firma del “Pacto de las Corbatas Azules”   que lo habilitó a Leonel  electoralmente, impedido por el “nunca jamás” de la Constitución vigente hasta ese momento.
Es ese pacto secreto, traicionero,  que sorprendió al PRD porque ningún organismo lo conoció, ni lo aprobó, como mandan los estatutos de los que tanto habla Miguel Vargas (el Burro de Troya) cuando le conviene, lo que produjo la Constitución actual.
El pacto de las corbatas azules fue un acto de traición, de vil traición, puesto en práctica durante la campaña electoral para impedir que el PRD llegara al poder. Ese pacto de alta traición mantiene dividido y debilitado al PRD para que Leone  pueda volver sin problemas al gobierno en el 16 y fortalecer la dictadura que anunció.
Sin oposición, ¿quién impedirá que Leonel sea el candidato triunfador en el matadero electoral del 16? Aun con un PRD unido y fuerte, enfrentar a Leonel no será tarea de niños, no por la popularidad que puede tener, sino por el control de todos los poderes del Estado.
En el PLD nadie lo enfrentará. Por lo menos con éxito. Danilo Medina se comporta como un aliado que le está pagando el favor de los 50 o 60 mil millones de pesos que gastó para llevarlo a la presidencia de la República.
El sometimiento a la justicia hecho por Guillermo Moreno,  contra el ex mandatario a pesar de las pruebas presentadas en el documento “¡Nunca Más!”, no tendrá mayores consecuencias porque ningún juez tendrá el coraje de condenarlo. Sobre todo si le debe el cargo.  Leonel es el dueño del Poder Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial. Es dueño además de la Junta Central Electoral y el Consejo Superior Electoral, de las “asaltadas” altas Cortes, como dice Ricardo Nieves. Y como si fuera poco es dueño o socio de cada vez más medios de comunicación. Y muchos de los llamados “líderes” de opinión, por agradecimiento, lo defenderán a trocha y mocha.
Leonel tiene 60 años de edad. Dentro de 24 contará 84, que son los que estará el PLD  en el poder consecutivamente a partir de este 2013,  si la providencia no interviene, según sus palabras.
El anuncio formal, en sociedad,  de una dictadura, no es  problema de un partido político, es del país, de los empresarios,  los sindicatos,  las asociaciones barriales y campesinas; es un problema de toda la sociedad. Habrá que preguntar si el pueblo está dispuesto a padecer y sufrir una nueva dictadura. O si por el contrario está dispuesto a luchar para impedirlo en el terreno que demanden las circunstancias.
Una cosa es segura: Si este pueblo no se espabila, si no se empodera, si no enfrenta el poder económico y político de la Corporación  Leonel-PLD, “olvidémonos del tango”, la dictadura de Leonel y sus lacayos, incluyendo a Miguel Vargas, será tan o más larga  que la noche oscura de 31 años de Trujillo.

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