CON MIS OJOS
Por María Isabel Soldevila
El presidente Danilo Medina confesó esta
semana lo que todos sospechábamos: somos un país que se entretiene con el circo
y olvida sus verdaderos problemas por un poco de placer. El mandatario
agradeció a los beisbolistas por un Clásico Mundial que lo salvó de las
“piedras hacia atrás” que lanzaba una población irritada por la corrupción y el
aumento de impuestos. Es el cuento de nunca acabar. Irnos por las ramas es el
verdadero deporte nacional. Pan y circo, aunque casi siempre más circo que pan.