ATISBANDO
Publicado en HOY 28-12-2013
Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro
El Papa Francisco, de quien algunos temen
que sea asesinado, dijo otra verdad que todos sabemos pero nos interesa ocultar: la
Navidad no está en la cosmetización acelerada del hecho.
Independientemente de la visión poética
que se nos ha presentado, la vida es otra y tiene una lectura diferente: la
Navidad es una fecha, un tiempo que nos han presentado idílicamente para
adormecernos y mantenernos engañados.
Es un tiempo en que los poderes fácticos
se solazan haciéndonos creer que la vida es rosa, tan suave y de hermosos
colores como los pétalos de una flor de invernadero, de una orquídea, en Navidad no se cosechan sólo
sentimientos honrados, sinceros, que permitan pensar que en algún momento el
odio, el rencor, la envidia, el crimen, la corrupción y que han desaparecido
otros de los males que quedaron ocultos en la caja de Pandora.
El tiempo de Navidad y Año Nuevo es manipulado por
aquellos que se dan golpes en el pecho confesando sus graves pecados al decir
que es una época propicia para la reflexión, la moderación, los buenos deseos,
el perdón, propio para pensamientos de paz, practicar el respeto a los demás,
todo ese decir de la boca hacia afuera, es
otro conjunto de expresiones malsanas,
falsas, con las que engañosamente se nos pinta la realidad con colores alegres,
llamativos, con un fondo de dulces cantos de sirenas.
Lo que pasa es que, como dice la frase,
la verdad es mala de ver. ¿Cambia la vida en el tiempo de la Navidad y Año
Nuevo?
La lectura de los diarios, los
noticiarios de televisión, los mensajes de tuiter, las informaciones que se
reciben por Internet, dicen que la vida no cambia en Navidad ni en Año Nuevo,
lo que vemos son manifestaciones normales de la conducta humana.
En Navidad y Año Nuevo se cuentan los
muertos por: homicidios, asesinatos, tiroteos, acuchillados, diferencias
minúsculas centuplicadas al
calor del consumo de alcohol, otros ahogados
por el consumo excesivo y desmedido de bebidas espirituosas, algunos víctimas
de la gula, atracones de comidas, accidentes de vehículos. ¿Acaso usted ve, o escucha, algún mensaje de
moderación con tanta frecuencia como los medios colocan los que llaman a los
excesos?
Los Reyes Magos han sido sustituidos por
un Niño Jesús que, recién nacido, no podía dejarse regalos, o por un extraño y
simpático personaje que se mete por las chimeneas de las casas en países donde
no existen.
El Papa dijo, que el espíritu de la
Navidad implica solidaridad, bondad, respeto a los demás, no robar, no matar,
“darle luz y consuelo al que gime y al que yace en el suelo levanta”, como dijo
José Francisco Peña Gómez
Bonaparte Gautreaux P.
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