Su compadre Pablo Mercedes contaba que los profesores del Loyola Andrés Vloebergh y Eugenio Marcano quedaban gratamente sorprendidos por su hiperactividad y locuacidad durante las prácticas de campo.
Una vez graduado sus colegas lo eligen como primer presidente de la ANPA. Se destaca en el ejercicio de la carrera. Se hace merecedor de la amistad y el aprecio del presidente Antonio Guzmán y de su hijo Iván. Personalmente admira, cultiva y cuida con esmero su empatía con Carlos Aquino González.








