Por Juan T H
El
limpia botas no quiere lustrar los zapatos, quiere algo “para comer”.
En
cada lugar público hay mil formas de sacarte lágrimas y dinero. La
tragedia que genera la pobreza se
amuralla en cada luz roja del semáforo.
A los
mendigos hay que mantenerlos a raya en los restaurantes, tiendas,
supermercados, estaciones de combustibles, locales de partidos políticos,
hoteles, centros turísticos, etc.
El
que ofrece un servicio termina pidiendo algo de dinero “para comer”.
Al
que no le falta una pierna, le falta un brazo, un ojo, una mano, el pie derecho
o el izquierdo.










