Por Bonaparte Gautreaux Piñeyro
No hay homenaje del tamaño de la hazaña que se pretende perpetuar.
El Manifiesto de la Independencia, escrito por Tomás Bobadilla, no da señal sobre la conducta política de aquel hombre que se prestó a toda acción y gestión para desconocer lo que había prohijado.
El Manifiesto contiene los cimientos del inicio de una República donde la libertad, la solidaridad, el patriotismo y la independencia debían imperar.
Ese documento, aceptado por todos los actores de
entonces, no ha sido debidamente estudiado para que sirva de enseñanza sobre el
origen de la Patria.
Hay interés en ocultar los verdaderos valores
patrios, en no enseñarlos a los niños para que las generaciones actuales y las
por venir carezcan de una guía espiritual y filosófica que permita apostar a que mañana ¡habrá Patria!









